lunes, 26 de enero de 2015

Dimensiones sentidas


Hay personas capaces de moverse a través de imperfectas dimensiones que no terminan de cuadrar.
Imagen, que me encanta, titulada Reflejo y cogida de http://www.cuentocolectivo.com/

Retorno a tus ojos cada vez que puedo
o me lo permite la memoria.
No hay un día en el que el sol se apague
con tu ausencia sentida.
Y es propio del alma ansiar lo que se nos escapa
evitando el ocaso de una larga vida vacía.
Son los ecos insistentes de tus palabras
los que me anclan a un presente que se marcha y se pierde
sin prisas.
Sobre mí se cierne la duda de ese porvenir
que se retrasa como un fantasma enamorado.
Y en la escarcha de tu pelo hay reflejos
de temores sin nombre ni pasión
pronunciados temerosos por mis anónimos labios.
Porque hay frío en la soledad del pasado
marcado por remotos deseos
que retorcidos flotan en la niebla del olvido
como un cadáver que se deja guiar por tu vaporosa mano.
Por tu sempiterna presencia transcurren
los invisibles segundos de esta existencia de plomo
que se hace insoportable sin tocarte,
sin oírte, sin mirarte.
Porque te mueves por el tiempo
con la gracia de las ninfas impasibles,
carente de huella sobre un mundo que agoniza
bajo el latente peso de la inútil providencia.
Y justo ahora (ni nunca); justo ahora no estás.

Tiempo, polvo y arena reconcentrados en esta imagen capturada de danielcottalobato.blogspot.com

Y aunque lo expuesto suena un tanto tristón, nada mejor que elevar el ánimo con Cooper y su "Technicolor".



Tengo que decir, y así se lo expuse en su día a Francisco Ortega Mateo, que Los Escándalos fue un grupo que me marcó tanto por sus letras como por su música. Y aquí están con "¿Dónde se fue la diversión?".


Y no podían faltar mis adorados Los Negativos, con esa inquietante "Habitación realmente pequeña". 


miércoles, 14 de enero de 2015

Hipertensión

Paisaje humano, cogido de mundoconsciente.es.
HIPERTENSIÓN

Brevísimo gesto el del viento
al rozar con descarnados labios
tus aún frescas mejillas.
Y te estremeces
anticipándote al gozo;
y te ruborizas
imaginando sin prisas
las ternuras de los ágiles dedos
descubriendo simas y pozos
en el terso mapa de tu cuerpo.
Y esa sonrisa de terciopelo que medita
futuras pasiones que traerá el mañana,
mientras anudas sin pensar tu melena
vibrando despacio en tu seno
hasta manar ríos de incandescente lava.
Y los ojos de miel perdidos en el horizonte,
buscando níveas promesas de azahar
latentes, esquivas, exquisitas, plurales,
que se han de cumplir con la llegada del alba.
Y las manos inquietas como mirlos
que al volar lamen con su oscuro pecho
las cumbres nevadas y las dunas ardientes
de un jardín frondoso y desierto,
con cristalinas fuentes de sal y nácar.
Apuras los segundos y el aire
en un suspiro casi eterno
retorciendo los minutos atados al reloj.
Y te recreas
con la memoria ahora enriquecida;
y te descubres
cada vez más viva, amplia y sabia
degustando agridulces sabores
de repletas experiencias densas
tan profundas y sutiles
como la raíz del boj
punzando la arena del Tiempo.

No sé por qué, pero cuando estaba escribiendo esto, me vino de inmediato un tema que guarda en su seno una tensión musical y sensual de muy primerísimo primer orden. Es el "Little Things", de Dave Berry.


Añado la versión original, que varía un poco respecto de la anterior y quizá haya gente a la que le guste más, evidentemente.



Little Thins (Cositas)

Little things that you do (Las cositas que haces)
Make me glad I'm in love with you (me hacen feliz, estoy enamorado de ti)
Little things that you say (Las cositas que dices)
Make me glad that I feel this way (me hacen tan feliz que estoy siempre así)
The way you smile the way you hold my hand (Esa forma de sonreír, la forma en que coges mi mano)
And when I'm down you tell me im your man (y cuando estoy hundido me dices que yo soy tu hombre)
You know I love those little things in my ear (Ya sabes que me encantan esas cositas en mi oído)
That you say when there's no one near (que dices cuando no hay nadie a nuestro alrededor)
Little things that you do (Cositas que haces)
Make me know that your love is true (me hacen ver que tu amor es verdadero)
When we walk you like to hold my hand (Cuando caminamos te gusta cogerme la mano)
And when we talk you tell me I'm your man (y cuando hablamos me dices que soy tu hombre)
You know I love those little things that I hear (Ya sabes que me encantan esas cositas que oígo)
Those little things you whisper in my ear (esas cositas que susurras en mi oído)
I know there ain't nobody else like you (Sé que no hay nadie más como tú)
No one can do the little things you do (Nadie más puede hacer las cositas que haces)
Little things that you do (Las cositas que haces)
Make me glad I'm in love with you (me hacen feliz, estoy enamorado de ti)
Little things that you say (Las cositas que dices)
Make me glad that I feel this way (me hacen tan feliz que estoy siempre así)
The way you smile the way you hold my hand (Esa forma de sonreír, la forma en que coges mi mano)
And when im down you tell me I'm your man (y cuando estoy hundido me dices que yo soy tu hombre)
You know I love those little things that I hear (Ya sabes que me encantan esas cositas que oígo)
The little things you whisper in my ear (esas cositas que susurras en mi oído)
I know there ain't nobody else like you (Sé que no hay nadie más como tú)
No one can do the little things you do (Nadie más puede hacer las cositas que haces)

lunes, 12 de enero de 2015

Occidental y aséptico narcisista

Transformación del periodista Clark Kent en el superhéroe Superman, por el genial Alex Ross.
Llevo años (y años) dándole vueltas al mismo tema: La muerte (asesinato) de mi vocación profesional, que, curiosamente, siempre achaco a otra mucha gente, pero nunca a mi propia persona.
Salí (para siempre) un soleado verano de la Facultad de Ciencias de la Información, en la Universidad de Navarra, ya algo renqueante y con una cojera incipiente que comenzaba a fastidiarme con un agudo dolor frente a lo que estaba por venir a muy corto y medio plazo. Me pesaba algo la armadura de plata con la que un periodista en potencia forjado en los estudios superiores se envuelve en defensa de la latente Verdad, la esquiva Objetividad (si es que existe tal cosa), la ausente Justicia y el encantadormente absurdo Sistema de Vida Occidental (casi, casi, la autoencomienda del superheroico alter-ego de Clark Kent). Y eso se ha acabado notando en exceso a lo largo del tiempo transcurrido desde entonces.
Fueron cinco años universitarios con profundos altibajos en mi formación. Los primeros cursos, excesivamente similares al BUP y al COU que acababa de dejar atrás, aunque con ciertas nociones de economía que me resultaron frescas, novedosas y algo útiles (por vez primera escuché el concepto de Campana de Gauss y el nombre de Keynes pronunciado con reverencia contenida por el eternamente sonriente profesor Miguel Alonso Martínez-Echevarria); una cierta (y manifiesta) incapacidad por parte de algunos docentes (Rosa María Echevarría, sin ir más lejos) para transmitir su supuesta pasión por una asignatura que quizá les venía grande, y una clase de Teología que me enseñó una gran verdad a través del conocimiento de Don Ignacio Ordovás (primo hermano del muy venerado maestro musical y mago de las ondas Jesús Ordovás, de Radio 3) : "Para defender o atacar algo, previamente hay que conocerlo".
Entre medias, la apertura de ojos hacia la información de carácter internacional (con el insigne profesor Pedro Lozano Bartolozzi como maestro de ceremonias), unas más que insuficientes prácticas de radio con Ángel Faus o unas muy divertidas gotas de comunicación audiovisual con Juan José García-Noblejas (ya disfrutando del jubileo en su merecido retiro). He de reconocer que en esta asignatura, en concreto, me lo pasé bastante bien elaborando reportajes y cortometrajes (nuestro grupo, en el que, entre otros, estaban Miguel Ángel Jimeno, Antonio Sánchez Escalonilla e Ignacio Saavedra, elaboró un reportaje sobre la muerte del Ché, otro más sobre los infanzones de Sos del Rey Católico(*) y un cortometraje basado en un cuento mío, titulado "El artista y el diablo", que ha sido plasmado en este blog  http://jmjcollantes.blogspot.com.es/2014/02/el-artista-y-el-diablo.html y que salió horrorosamente mal bajo mi más que lamentable dirección).
Y, volviendo al asunto que nos atañe, lo mejor de todo a lo largo de TODA la carrera: La sabiduría del recientemente desaparecido José Antonio Vidal-Quadras para enseñarnos a expresarnos, sacando lo mejor que teníamos oculto en el interior, a través de la sublime palabra escrita (ésa que cuesta horrores hacer desaparecer por mucho que muchos se empeñen).
Tengo que reconocer que buena parte de la culpa de que quisiera hacerme periodista la tiene la creación de Hérgé, el inconmensurable Tintin y su inseparable chucho terrier Milou.
Dejando atrás los muy felices años universitarios, la práctica de la profesión también tuvo sus altibajos desde que inicié mis muy profundas e intensas prácticas en el diario pacense Hoy (tanto en las oficinas de Cáceres, como las de Mérida), posteriormente en el cacereño periódico Extremadura, luego dando el salto al caótico periódico Ya en Madrid hasta que cerró de forma dramática (mi primer encuentro con los sindicatos y el Fogasa), La fugaz y efímera Gaceta de Córdoba (un agotador e intensísimo mes en la calle con poco más de 20 números y un segundo encuentro con el Fogasa), el muy instructivo Semanario La Calle y, finalmente, el ABC en su edición cordobesa, donde llevo ya la friolera de 14 añitos dándole sin parar a la tecla. En todo ese tiempo (7.906 días, según mi fe de vida laboral a fecha de publicación de esta entrada; 21 años, seis meses y 6 días a 14 de enero de 2015), me he topado con todo tipo de profesionales de mi nivel y, sobre todo, jefes (esa extraña raza a la que no quiero pertenecer así pasen siglos sobre esta tierra que finalmente me abrazará en su seno), y lo que he sacado más en claro es que la responsabilidad recae, en la mayoría de los casos, no en la persona más apta y adecuada, sino en la que más y mejor sabe escalar, el listillo de turno o el más individualista. La única clave para ello es morirse de ganas de mandar (algo que no casa con buena parte de la Humanidad) y no para mejorar el entorno o dignificar un trabajo o una empresa, ¡para nada! Más bien, para retroalimentar un ego inmenso (de ésos que impide permanecer a uno de estos energúmenos con sus semejantes compartiendo el mismo espacio físico en una habitación) y siempre hambriento de vano reconocimiento social y profesional.
Tuve el gran honor, no obstante, de trabajar junto al creador, diseñador y fotógrafo cacereño (maestro de periodistas y amante sibarita del Jazz y de un buen gin-tonic preparado con sabiduría arcana en el bar de su amigo) Enrique Higuero Manzano, cuando era director del rotativo entonces afincado en Camino Llano el fogosamente irracional almeriense Francisco Pérez de Torres, también fallecido (en 1994), quizá por su excesivo amor a la barra y que se portó conmigo siempre como un señor (llegándome a regalar, incluso, una cassette grabada en su casa de los Troggs, autores del increíble "Wild Thing"); disfruté vivamente con la cercana presencia de Julio RiquelmeBegoña Olabarrieta, Guzmán García Doncel, María José Barrero o Manuel Santaella (otro fallecido), todos ellos en Madrid, mientras que ya en la ciudad califal me codeé con un inmenso periodista de alma y mente como es Pablo Manuel Díez, a día de hoy haciendo las Chinas (las actualmente potenciales Américas de antaño), y todavía disfruto con la profesionalidad inconmensurable de Valerio Merino, el hombre del iris de oro y las pasiones internas más extravagantes que jamás haya escuchado.
¿Por qué será que dos de mis tres superhéroes favoritos con diferencia tienen de alter-ego
a periodistones? Éste es el fastuoso fotógrafo Peter Parker (AKA Spiderman), del Daily Bugle, cogido
de http://gkode.com.mx/
Con ello quiero decir que siempre hay dos rostros, como los que utilizaban los actores de la antigua Grecia para ocultar su verdadero yo, que miran a una misma realidad; dos puntos de vista coincidentes con lo bueno y lo malo, lo optimista y lo pesimista, lo blanco y lo negro, el Ying y el Yang siempre en permanente equilibrio, que conforman un mismo hecho. Y si hay bondad en la profesión que he elegido que la hay, también asoma el vicio, la corrupción, la falsedad, la mentira y el engaño en un exceso de abundancia.
No tengo que retrotraerme mucho tiempo atrás para decir que el periodismo ha cambiado en demasía, a peor, evidentemente. Cuando daba mis primeros pasos en la prensa escrita todavía era más importante la información como tal que la ideología política. Se trataba antes que nada de informar y sacar a la luz los acontecimientos que marcan el devenir de una ciudad, de una comarca, una región, un país, un continente o el mundo entero. Se publicaban noticias de todos los bandos (en mayor o menor medida) y los lectores se enteraban "de lo que estaba pasando", les gustara o no les gustara, lo compartieran o no, coincidieran o no con esas otras formas de ver la vida. La realidad era más completa desde el punto de vista informativo.
Ahora se ha impuesto la máxima del New York Times que dice "si yo no lo publico, no existe"; o lo que es lo mismo, "démosle a nuestro público lo que realmente quiere leer, sea o no verdad, sea o no cierto". Y ese peligro de dimensiones y consecuencias impresionantemente impredecibles marca un devenir y un estar del presente que se hace casi inamovible, estático, siempre igual. La realidad se recrea una y otra vez con mínimos y nimios detalles, empastando la información hasta extremos chiclosos. Se impone la clave ideológica y son "los míos" los que hablan, actúan y hacen (siempre bien y para bien), mientras que los "otros" ÚNICAMENTE han de salir reflejados cuando lo hacen mal (o nosotros hacemos ver que lo hacen mal), ridiculizando sus palabras (mediante pequeños matices a base de adjetivos calificativos más propios de la opinión que de la información puramente dicha) y sus actos o, sencillamente, haciéndolos desaparecer del mapa castigándolos con el ostracismo más absoluto.
Y no es una mera cuestión de ideologías. En mi caso, ya estuviera en un medio progresista o en un medio conservador siempre tendría problemas, porque lo que necesito es comunicar y no defender ninguna postura por encima de ese deber casi sagrado. Me hubiera ocurrido lo mismo en la Guerra Civil Española, en la que de haberla sufrido habría militado (o habilitado, que también se puede) en un tercer bando que hubiera combatido contra los otros dos. Fijo.
Pero todo eso está minando a marchas forzadas mi escasa vocación. Ya no consiste en una labor social, sino en un trabajo más, como el hecho de acudir todas las semanas a una oficina gris y plúmbea, haciéndolo lo mejor y más dignamente que puedo tan sólo para merecerme cobrar a cambio un sueldo a final de mes. Y no; no considero que tendría que dejar mi puesto a otra persona más vocacional, porque estimo que hablamos más de necesidades vitales y no de ambiciones espirituales (que, en mi caso concreto, las procuro cubrir con este blog).
Toda una insensata parrafada para tratar de justificar lo que es injustificable como buen occidental de alma insatisfecha: mis altibajos con la felicidad-infelicidad-tristeza; mis idas y venidas entre la euforia y la depresión; mi exceso de amargura, aún a sabiendas de que tengo más de lo que merezco o necesito. Un mal muy de Occidente que se adueña de las almas y se contagia con pesares similares y próximos del prójimo, que acabamos asumiendo con malsano placer sádico como propios y poder, así, seguir quejándonos de nuestro adorado estatus, a modo de competición con los semejantes sobre quién ha vivido la vida más trágica y quién ha apurado tragos más amargos a lo largo de su muy miserable existencia.
Mister Obor, con su habitual y eterna sonrisa, dueño y señor del semáforo de Ollerías, en Córdoba.
Una mañana, hace de esto algo más de un año, mientras volvía de dejar a mis hijas en el colegio, me topé con él en el semáforo que atraviesa el nacimiento de la Avenida de las Ollerías hacia el Pretorio y, sin mediar palabra, me saludó con la mano sonriendo. No me conocía de nada y me dijo adiós en un castellano horroroso con una blanquísima dentadura destacando como una luz sobre su rostro marrón. Y, evidentemente, le devolví el saludo. Vendía las mismas chorradas que otros antes que él y los suyos y que también habían llegado en masivas oleadas previas: extremadamente silenciosos rusos cojos, mancos o tullidos de bruñidos muñones y rostros tristemente hieráticos; rumanos que todavía no habían descubierto la chatarra como principal fuente de ingresos y ahora los nigerianos, los que más están aguantando de todas esas invasiones que habían llegado hasta la capital califal. Pañuelos y ambientadores de coche.
A partir de entonces, cada vez que cruzaba esa calle le devolvía el saludo y llegó un punto en que fui yo quien se adelantaba a su saludo. Y un buen día me paré y hablé con él. Su escaso español y mi mal inglés nos permitió mantener un mínima conversación en la que saqué en claro que era policía en su país de origen, pero tuvo que abandonarlo por alguna razón que no me especificó en su día y que seguramente acabaré averiguando. Con el tiempo, fui conociendo algo más de su vida. Su familia es del Sur del país (lejos, por tanto, de las atrocidades que se cometen en el Norte por parte del grupo terrorista Boko Haram) y es uno de los siete hijos que tuvieron Christiana y Joseph, sus padres. Tiene 37 años, pero su espíritu es francamente juvenil (lo demuestra, también, su gusto musical, que va desde el ritmo más puramente africano, hasta las canciones en plan Godspell o el Hip-Hop) y siempre, siempre, siempre está sonriendo. Pase lo que pase a su alrededor, no pierde la sonrisa cuando hablas con él.
Se llama Félix Obor Friday y ha tenido las santas narices de casarse y tener un hijo en nuestra tierra (cordobés, por tanto). Aprende español por las tardes de forma gratuita en un centro asistencial y su carácter abierto y afable le ha permitido agrupar en su entorno a un grupo de viandantes habituales que se han autoconvertido en sus protectores. Algunos le dan dinero, otros comida o bien le llevan un café con leche con algo para acompañar al desayuno. Muchos le saludan al pasar por el semáforo y creo que el éxito social de esta persona es su humildad y su buen humor, sin olvidar unas altísimas dosis de fe en un Dios que parece no haberle concedido nada, pero al que él se aferra simplemente por el mero hecho de sentirse vivo.
Estoy seguro que él siente mucho más que yo la Vida. Creo que tiene una existencia más genuinamente intensa que la mía. Me da la sensación de que ese tipo de fe es bastante más profunda que la que profesan algunos de los que se rasgan aquí las vestiduras cada vez que se menciona a alguna religión y, por supuesto, mucho más que la que defienden los fundamentalistas ya sea con un lamentable uso de la palabra (como algunos que reclaman la demolición de la Mezquita cordobesa) o a través del absurdo lenguaje de las armas; manipulando y retorciendo en ambos casos lo que se supone que es la Palabra divina.

La profesión periodística puede ser tan dulce como la miel untada sobre el cadáver de una vieja o tan repugnante como una mosca buscando su entidad y su ser sobre el mundo de las ideas que representa una cabeza. Imagen de Valerio Merino.

(*) Sos del Rey Católico es una preciosa localidad de Zaragoza de apenas 635 habitantes, donde Luis García Berlanga rodó en 1985 su genial película "La Vaquilla" y a donde la reina Juana Enríquez viajó desde Navarra para que su hijo, el futuro rey Fernando II "El Católico", esposo que fue de Isabel I de Castilla, pudiera nacer en territorio aragonés y no navarro. Era el año 1452 (un 10 de Mayo) y en gracia por aquel servicio su padre, el rey Juan II de Aragón, declaró que a partir de entonces todo aquel nacido en Sos se considerara infanzón a perpetuidad. Por tanto, es un pueblo hasta arriba de hidalgos y, con total seguridad, el municipio del mundo con más nobles censados por metro cuadrado. Un buen motivo para reportajear, ¿no?

Evidentemente, no tengo más remedio que incluir algunos temas nigerianos recomendados por Félix. Espero que los disfrutéis. El primero es de Lucky Dube y se llama "The way it is". Es Reggae.


Y éstos son Bracket y su "Yori, Yori".


También le gusta Flavour. Este tema se llama "Ada Ada"


Esto dice que le va bastante. Es D'Banj y su "Oliver Twist".


Me presentó, igualmente a Lyanya y su temita "Kukere".


Esto es un ejemplo del música cristiana que se hace en Nigeria y que ellos denominan Gospel. Es Agatha Moses y su "Nigerian Praise 1".


Finalmente, de los suyos plasmo a P-Square, con la canción "Personally".



No puedo dejar una entrada sin su toque Mod-ernista. Me gustaría incluir el magnífico "Free Nelson Mandela", de Specials AKA.


Free Nelson Mandela (Liberad a Nelson Mandela)

Free Nelson Mandela (Liberad a Nelson Mandela)
Free, free, free, free, free (Liberad, liberad, liberad, liberad, liberad)
Nelson Mandela (a Nelson Mandela)
Free Nelson Mandela (Liberad a Nelson Mandela)
Twenty-one years in captivity (Veintiún años encarcelado)
Shoes too small to fit his feet (con los zapatos demasiado pequeños para ajustarse a su pies)
His body abused but his mind is still free (Su cuerpo sufre abusos, pero su mente sigue siendo libre)
Are you so blind that you cannot see? (¿Estás tan ciego que no puedes verlo?)
I said free Nelson Mandela (He dicho que liberéis a Nelson Mandela)
I'm begging you, free Nelson Mandela (Os lo suplico, liberad a Nelson Mandela)
Pleaded the causes at the ANC (Defendió la causa en el ANC*)
Only one there in a large army (Solitario en medio de un inmenso ejército)
Are you so blind that you cannot see? (¿Estás tan ciego que no puedes verlo?)
Are you so deaf that you cannot hear his plea? (¿Estás tan sordo que no puedes oír su súplica?)
Free Nelson Mandela (Liberad a Nelson Mandela)
I'm begging you, free Nelson Mandela (Os lo suplico, liberad a Nelson Mandela)
Twenty-one years in captivity (Veintiún años encarcelado)
Are you so blind that you cannot see? (¿Estás tan ciego que no puedes verlo?)
Are you so deaf that you cannot hear? (¿Estás tan sordo que no puedes oírlo?)
Are you so dumb that you cannot speak? (¿Estás tan mudo que no puedes ni hablar?)
I said free Nelson Mandela (He dicho que liberéis a Nelson Mandela)
I'm begging you, free Nelson Mandela (Os lo suplico, liberad a Nelson Mandela)
Free Nelson Mandela (Liberad a Nelson Mandela)
Begging you, begging you please (Os lo suplico, os lo suplico, por favor)
Free Nelson Mandela (Liberad a Nelson Mandela)
You've got to, you've got to (tenéis que hacerlo, tenéis que hacerlo)
You got to free (Tenéis que liberarlo)
You got to free (Tenéis que liberarlo)
You got to free (Tenéis que liberarlo)
Nelson Mandela (Nelson Mandela)
Nelson Mandela (Nelson Mandela)
I'm telling you, telling you, telling you (Os lo digo, os lo digo, os lo digo)
You've got to free, you've got to free (Tenéis que liberarlo, tenéis que liberarlo)
You've got to free, you've got to free (Tenéis que liberarlo, tenéis que liberarlo)
Nelson Mandela (Nelson Mandela)

*Siglas del Congreso Nacional Africano, partido de Nelson Mandela.

Lo bueno que tiene un blog como éste es que se puede alterar las veces que uno quiera. Por eso, ahora (varias semanas después de su publicación) voy a introducir en esta entrada otro tema que le pega mucho. Es "La reina del muelle", de Los Flechazos.


jueves, 8 de enero de 2015

Modernistas imbuidos en el cómic (V)


El irresistible fetichismo del calzado se acrecienta con una buena capa imaginativa de viñetas POP.
Da de sí esta temática. Hasta extremos insospechados, ¡qué duda cabe! Por lo pronto me vienen, a salto de mata, recuerdos y retazos de memorias pretéritas con imágenes relacionadas con el cómic y el Mod-ernismo. Uno de esos asaltos últimos fue la visualización en un ejemplar de la prestigiosa revista El Víbora del capítulo número 6 de la serie "Comprobando la realidad", del guionista Mauro Entrialgo y el dibujante Javi Rodríguez, en el que se hacía alusión a "lo mod". Ese ejemplar, el número 253, lo tenía mi amigo José María García en su muy acogedora casita de Lucena y ahí fue donde lo leí, pero cuando quise echar mano de ello para añadirlo a esta entrada me respondió que había desaparecido en la última limpieza hogareña. Una verdadera pena (entre otras cuestiones, la portada me gustaba mucho), y eso me obligaba a estrujarme las meninges para averiguar una fórmula que me permitiera hablar de ello... Y finalmente lo conseguí.
Portada de El Víbora donde encontré ese capítulo concreto.
El proceso fue bastante laborioso, de ésos que tanto me gusta realizar cuando dan fruto. En primer lugar buceé en Internet en busca de esa portada y cuando la localicé indagué en Wikipedia sobre los contenidos de ese número. Antes de continuar, tengo que recordarte, mi muy querido lector, que mi memoria dista mucho de ser siquiera buena, así que únicamente contaba con meras imágenes sobre las que indagar, pero nada de nada acerca de los autores ni del título de lo que andaba buscando. En fin, se me planteaban un buen número de posibilidades y fui buscando nombre por nombre y título por título para ver si alguno coincidía con mis necesidades. Hasta que por fin llegué a Javi & Mauro (como apuntan en la portada) y su "Comprobando la realidad". No tenía ni idea si se trataba del motivo de mis desvelos, pero no tenía nada que perder, así que busqué contactos de ambos autores uno de ellos me lo consiguió muy amablemente José Antonio Serrano, de la excelente web Guía del comic y les envié un correo electrónico explicándoles mis muy sanísimas intenciones para con ellos y su curiosa obra y, para mi sorpresa, obtuve respuesta de ambos artistas.
Por lo pronto mi planteamiento fue el siguiente (literal):
"Llevo mucho tiempo buscando una historieta en la que creo que eres autor y como me está resultando imposible localizarla acudo directamente a ti, lo siento.
Soy Javier Martínez (Hubi), y tengo un blog (¡qué original! ¿Eh?) en el que he metido varias entradas sobre el Cómic y el Mod-ernismo (abajo te pongo los enlaces para que veas que es cierto). Es una serie que me está resultando más larga de lo que yo hubiera querido, pero estoy dispuesto a incluir TODO (lo que pueda, evidentemente) lo relacionados con los mods y las viñetas, pero necesito IMPERIOSAMENTE la que te he mencionado antes.
¿Qué cuál es? Bueno se trata de una que apareció en el número 253 de El Víbora y que puede ser el capítulo 6 de "Comprobando la realidad". Que yo recuerde, aparece una especie de casting en una gran mansión porque necesitan a dos mods y eligen a los dos protagonistas porque son los que mejor están caracterizados como tales (con Vespa incluida).
Claro, me pongo en contacto contigo para confirmar si, en efecto, te suena algo de eso, y, en caso afirmativo, ver si hay alguna manera de que me envíes una copia (en plan JPG como lo que te remito a ti la portada de El Víbora donde se incluía ese capítulo). 
Ya puestos, te pido (os pido) permiso directamente para publicarlo, claro está.
Un saludo y gracias de antemano.
P.D. Yo no he leído tantos ejemplares de El Víbora como para saber exactamente en qué consistía esa historia ("Comprobando la realidad") y la Red de Redes no ha sido para nada explícita al respecto, porque no he podido encontrar ni sinopsis ni nada por el estilo. Si no es mucha molestia, ¿podrías resumírmelo en unas palabras? Así, lo incluiría en el enlace del blog también)."
Digamos que Javier, el asturiano, me comentó escuetamente que iba a mirar en su disco duro cuando pudiera por si lo encontraba allí almacenado. Tengo que reconocer que a día de hoy aún sigo esperando, pero la intención es lo que vale, y sobre todo teniendo en cuenta que últimamente está más liado que nadie.
Por su parte, Mauro, el vasco, fue bastante más amplio en su generosa respuesta:
"Pues sí, efectivamente, en el capítulo 6 de "Comprobando la realidad" aparece la escena que describes.
Javier Rodríguez, cogido de tebeosfera.com
Lo sé porque tengo delante de mi mesa esos números del Víbora desde hace un par de años.
Andamos intentando publicar la recopilación en un libraco con la Cúpula, pero está Javi atareadísimo con su curro para Marvel y no hay manera de que saque un ratillo para esto.
Tienes mi permiso para reproducir esas páginas en tu blog si indicas autoría y procedencia, pero pídeselo también a Javi. Supongo que él tendrá las páginas en mejor estado que las que tengo yo (que eran bocetos sobre los que luego cambiamos alguna cosa). Pero si te da el permiso y no tiene las páginas también puedo hacértelas llegar yo.
"Comprobando" es una historieta de ciencia ficción enmarcada en un futuro cercano. Tan cercano que, por ejemplo, vaticinamos la fabricación y popularización de los reproductores portátiles de mp3. Aunque no acertamos ni con el diseño ni con el tamaño que iban a tener, eso no.
La historieta habla de una guerra empresarial de modelos de consolas de videojuegos, de sueños lúcidos, de arte público, de tribus urbanas, de experimentación biológica y de muchas cosas más.
Tiene más de 100 páginas, así que me resulta un poco difícil resumirla en unas pocas palabras".
La verdad es que razón no le faltaba en absoluto. Con eso me bastaba para ponerme los dientes largos y orar al Gran Mod-ernista por que Javier termine finalmente sacando tiempo para publicar ese gran ejemplar en la Cúpula.
No obstante, y en vista que Mr. Rodríguez se demoraba en el tiempo, volví a suplicarle a Mauro a ver si me podía enviar lo que él tuviera y finalmente me lo pasó, tal y como aquí reproduzco.
"Me es más fácil enviarte lo que tengo. No las publiques sin el permiso de Javi. Ya ves que la resolución es terrible, pero así te haces una idea. En aquella época mandar algo pesado por mail era un coñazo y para revisiones funcionábamos con esto", me comentó. Y le hice caso, porque permiso se lo he solicitado a los dos y parece que me lo han concedido (si me llama algún abogado o algo sería que no).

 
Tengo que advertiros que la página remitida por Mauro me vale para esta entrada, aunque me hubiera gustado mucho que hubiérais visto las páginas anteriores (en cuanto Javi me las remita las cuelgo sin tardanza), porque en ellas se reflejaba las luchas estúpidas y absurdas de entonces sobre quién dice qué acerca de quién es o no mod. No obstante, también hay que marcar unos límites y si en las viñetas los que estaban elaborando el cásting de mods echaban a patadas a un hippie que gritaba que él era mod-ernista por narices me parece que era bastante correcto. Ni tanto ni tan calvo.
La familia Mod-ernista, tal y como describe Marcos Ruano en su fabuloso libro "Bienvenidos al planeta mod: Los chicos está bien", es muy amplia y diversa; más de lo que un puñado de mentes estrechas pretende. Y en ella entran desde los mods más faces del mundo (el top ten, la crème de la crème, si lo prefieren), hasta los numbers y los tickets más comunes, pasando por los soulies adoradores del Northern Soul, hasta los scooteristas (ya sean rapados, con patillas y con fly-jacket o con flequillo y parka) y los locos skatalíticos. Incluso, si me apuras, esos tipos rarillos con pintas de psicodélicos (ya sabes: camisas de amebas y cazadoras vaqueras blancas o desteñidas) que amaban ese tipo de R&B sucio al que bautizaron como Garage (entre ellos, mi amiguete porteño del Puerto de Santa María Perepe). Sin excepción. Es más, conozco grandes Mod-ernistas de espíritu, con una cultura musical abrumadora sobre todos los géneros bailados y consumidos con avidez por esta gran y ecléctica familia, que prefieren optar por no mostrar sus preferencias en la estética exterior ni colgándose etiquetas. Y es muy respetable. Da gusto hablar (y oírles hablar) con ellos de música.
Este ser con cara de cachondo mental es ni más ni menos que el señor Mauro Entrialgo (¿te suena de algo El Bueno de Cuttlas, por ejemplo? Él fue uno de sus guionistas). Imagen cogida de noticias.lainformacion.com
Por cierto que Mauro me puso en contacto sin saber que ya tenía pensado incluirlo en este blog con alguien sobre el que aprovecho ya para plasmarlo aquí:
"Por cierto, que tienes mucho material por delante si piensas sacar cualquier historieta que tenga relación con el rollo mod. Me acuerdo ahora, por ejemplo, que mi amigo Álvaro Ortega (con el que también trabajé de guionista) tiene muchas ilustraciones y comics que te pueden encajar. Si no le conoces, en su web te puedes hacer una idea de su trabajo: http://www.alvarortega.com".
En efecto, hay mucho material que incluir, pero se hará paso a paso, y tengo que pensar muy bien de qué manera mostrar cada uno (dependerá del fruto de la investigación sobre cada caso y lo que dé de sí). Por lo pronto, os voy a presentar a Magenta y los Patentados. Se trata de una creación al alimón de Álvaro Ortega y Mauro Entrialgo y como ellos mismos la han definido es una obra de Ciencia Ficción Pop o Naïf, cuyo primer episodio de siete capítulos de dos páginas cada uno se publicó entre 1996 y 1997 en la revista Bitniks, de la editorial bilbaina Cibertexto.
Los protagonistas son Magenta, una "top-model perfecta" concebida genéticamente por una empresa multinacional con fines claramente económicos, y sus compañeros Allo (amante de una bebida llamada Lago Púrpura) y Cyan, considerados auténticos bancos humanos para trasplantes. Son tres extraordinarios seres transgénicos del año 2250 que se han tenido que refugiar en el planeta Alcrebite-2 durante siglos utilizado como un inmenso basurero industrial por parte de todos los mundos conocidos de la galaxia ya que los esbirros de la compañía que los creó y patentó para su comercialización los están buscando. Transgen, que así se llama, experimenta con todo tipo de células para clonar y crear vidas que se podría considerar monstruosa. Los tres poseen un gran fuerza y muy mala leche, pero Magenta es un prodigio de curvas y su look recuerda muy mucho a la Beat Girl, creada por Hunt Emerson para el grupo de Ska The Beat y que algunos han bautizado como Selecterina (aunque le iría mejor Beatina).
Según Mauro, en su página web se pueden ver de manera gratuita todas las páginas que existen al respecto (http://www.mauroentrialgo.com/loquehago/?p=799). Un par de ejemplos de esas paginitas:




El caso es que Álvaro Ortega tiene ejemplos de trabajo suyo meritorios de quitarse el sombrero y éstos son algunos ejemplos:








P.D. Le he pedido el mismo favor al gran Azagra (papaíto de Pedro Pico y Pico Vena) y cuando me responda, tres cuartos de lo mismo. Por lo pronto un pequeño aperitivo de este grande entre los grandes (del que se hablará más adelante):

Para la primera parte de esta muy hispánica entrada he pensado en Los Allnighters de mi amíguete Igu y su "Up the Line".





La segunda es más de Smart Dress y su "Más de un millón" (me ha costado encontrarla).