viernes, 14 de febrero de 2014

La segunda de los bancos (y los parásitos humanos)

El ENORME Forges como siempre dando en el clavo. De albox.mforos.com.
Lo de los bancos raya ya en lo chabacano (en este caso, más en el sentido de puerilmente rastrero y arrastradamente bajo que de común y ordinario).
Estas entidades de claros ánimo e interés vampíricos no sólo le sorben la sabia vital al país (a cualquier país) sin seguir abriendo el grifo para que la economía (ya sabéis, la micro; la real, la de a pie de calle) vuelva a movilizarse, sino que en los últimos tiempos se están aprovechando todavía más de los pobres ilusos que llaman a sus puertas para quedarse con sus almas, sus vidas, su hacienda, su libertad y sus propias entidades.
Este caso me lo notificaron unos amigos míos, ya que lo han sufrido en sus carnes al menos en cinco ocasiones. Parece que estas entidades financieras con muchísimo ánimo de lucro están al acecho y aguardan con una paciencia infinita (casi increíblemente divina, pero extremadamente inhumana) para exprimir todo lo que huela a social con unos muy racionales y encallecidos dedos de acero hiriente y sin amor propio.
El caso es que esta pareja está intentando vender un piso, porque la vida se está poniendo realmente difícil para continuar con una normalidad ya pasada y antigua y que más vale que dejemos en olvido para acostumbrarnos a lo nuevo, aunque éste huela y sepa a polvo de cementerio. Es una buena casa, de ésas que cuando entras piensas y te dices que puedes convertirla en un hogar a tu gusto, así que han sido varias las ocasiones que el visitante prácticamente ha cerrado un preacuerdo de compra con ellos y se ha encaminado hacia su banco para conseguir un crédito (de ésos que estas entidades vacías de humanidad afirman que han empezado a liberar sin hacerlo).
Y es fácil imaginarse la escena que ha seguido en esas cinco ocasiones:

Cliente feliz: Buenaaas. Vengo a ver si me financian una pequeña ayuda para adquirir una casa. Ya sabéis que tengo una nómina fija desde hace años y que soy solvente.
Banco desalmado: No nos cabe la menor duda y nos consta que es un cliente ejemplar, de los que tanto nos gusta retener de cualquier modo y manera, por lo que seguramente, y como mínimo, nos acabaremos pensando esa posibilidad. Pero, si no es mucha indiscreción... ¿De qué cantidad estamos hablando?
Cliente aún feliz: Bueno, he pensado que quizá con unos 200.000 euros me apañe...
Banco podrido: ¡Mmmmm! ¿Y en qué zona está ese piso?
Cliente algo amoscado: Está relativamente cerca de aquí, a cinco minutos mirando al río.
Banco deshumanizado: ¡Qué casualidad! Por esa misma zona estamos intentando desembarazarnos (perdón, quise decir facilitar) de uno que tenemos en nuestro haber. ¿Ha dicho que son 80 metros? Sí, sí muy parecido.
Cliente boquiabierto: Estupendo, sí, pero ¿qué hay de ese crédito?
Banco ávido: Ningún problema, se lo podríamos dar de forma inmediata, sólo que...
Cliente ingenuo: Usted dirá.
Banco viciado: Pues que estaría supeditado a que nos comprara NUESTRO piso, en lugar del que acaba de ver y que tanto le ha gustado (gran sonrisa sin mostrar los dientes de tiburón que se esconden bajo los labios sellados con la prudencia que da ser un experimentado demonio).
Cliente indignado: O sea, que sólo me dan el dinero si me lo vuelvo a gastar en ustedes, ¿no es eso?
Banco irónico: ¡Hombre! Es que dicho así...
Cliente perturbado: ¿Y cómo lo voy a decir, si no?
Banco falso: Pues suena mucho mejor diciendo que tiene usted una gran oportunidad de adquirir una vivienda en excelente estado, gracias a la generosidad de esta impoluta entidad.
Cliente a punto de dejar de serlo: Es que ya he dado mi palabra. Si me pueden dar un crédito para su piso, no entiendo la razón de que me lo vayan a denegar para otro, cuando la garantía, que soy yo, sigue siendo la misma.
Banco tentador: ¡Vaya! Quizá es que no nos hayamos explicado bien. ¿Le he comentado que nuestro piso le saldría por unos 20.000 euros menos que el que acaba de ver? Pero, evidentemente, el préstamo puede llegar a los 20.000... Bueno, ¿se imagina lo que puede hacer con todo ese dinero sobrante?
Cliente vencido: Amueblarlo a mi gusto, música cuadrafónica, televisión plana de plasma con sonido envolvente, el último ordenador del mercado, una tablet, un smartphone...
Banco asombrado de lo fácil que ha sido todo: Claro, claro. ¿Estaría, quizá, interesado en verlo?
Cliente del todo faustizado: Sí, bueno, vale... Pero, ¿dónde hay que firmar?

Insisto. En cinco ocasiones han tenido que pasar la pareja aludida por esto, mientras que los bancos, a modo de gordas, ominosas e inmensas arañas, lo único que tienen que hacer es esperar a que lleguen hasta sus bien dispuestas telas los imprudentes compradores de viviendas, que no sólo les comunican de forma inocente sus intenciones de hasta dónde están dispuestos a gastar, sino que les sirven de excelentes purgantes para la cantidad de pisos que estas entidades están acumulando en sus manos en tiempos de crisis.
Una práctica que no es ilegal, pero sí de hijoputa (y no he querido utilizar el término inmoral, porque para aludir a esas entidades me parece excesivamente leve y ñoño casi infantil, cuando la realidad es desagradablemente injusta), y que demuestra en manos de quién está TODA la Sociedad, desde los ciudadanos de a pie, hasta los partidos políticos (bien pillados por sus [in]nobles partes), pasando por las iglesias, la cultura, el ocio, la inteligencia, la salud, los contactos internos y externos, las infraestructuras, la naturaleza, el mar, las entrañas de la Tierra, la atmósfera y el límite justo más allá de Marte (porque el Voyager desconozco ahora a qué altura del Universo se encuentra, si es que se puede medir en puntos). De hecho, controlarán, segurísimo, incluso el primer contacto real y perdurable con vida extraterrestre, porque, al fin y al cabo, hasta eso que supondrá un cambio radical en la forma de vivir y de pensar de la Humanidad, también puede traducirse a mero dinero.
Mi consejo sigue siendo el que quedó plasmado en mi primera entrada de este blog, que es por completo vuestro:
http://jmjcollantes.blogspot.com.es/2011/04/un-consejo-de-oro.html, 
Por cierto, que la última de una entidad concreta de Córdoba (a la que me niego a nombrar, porque no se merece que le hagan publicidad ni aún atacándola) no tiene desperdicio: ¡Desde hace unos meses le cobran un euro a los clientes cada vez que vayan a hacer un ingreso en su cuenta! ¡Toma ya! Tienes que pagar unos supuestos gastos de... ¿Gestión? ¿Mantenimiento? ¡Sabe Dios qué! Por meter dinero en SUS arcas a través de una cuenta que es tuya. I-N-C-O-N-C-E-B-I-B-L-E.
En fin, otro día seguiremos hablando de nuestros amiguitos los bancos, ¿sí? Pues vale.

Banco a punto de "abrazar" a una "feliz" cliente. Cogido amablemente del divertido blog dbimaginarte.blogspot.com .
Las cosas siguen penosas y los bancos continúan actuando en un mundo diferente del que se vive a ras de suelo. De seguir así, va a ocurrir lo que da a entender este tema de The Jam, "Town called Malice", en los que la crisis (de entonces, 1982, que fue acrecentada aún más por las políticas económicas de corte conservador de Margarita Thatcher, maestra y espejo de Ángela Merkel) ha convertido en pueblos fantasma a muchos municipios, en especial los de la minería del carbón, que vivieron tiempos gloriosos...


La letra y su traducción (que esta vez he cogido directamente de un blog, http://dontmatterwhat.wordpress.com/2011/07/23/and-stop-apologising-for-the-things-you-have-never-done/,):

Town called Malice (Una ciudad llamada Maldad)

Better Stop dreaming of the quiet life cos it's the one we'll never know (Mejor deja de soñar con una vida tranquila, porque es la única que nunca llegaremos a conocer)
And quit running for that runaway bus cos those rosey days are few (Y deja de correr tras ese autobús que se escapa, porque los buenos días son escasos)
And stop apologising for the things you never done (Y deja de pedir perdón por las cosas que nunca hiciste)
‘Cos time is short and life is cruel (Porque apenas tenemos tiempo y la vida es cruel)
but it's up to us to change this town called malice. (pero depende de nosotros cambiar esta ciudad llamado Maldad.)
Rows and rows of disused milkfloats stand dying in the dairy yard (Filas y filas de lecheros abandonados que morirán en el patio de la lechería)
And a hundred lonely housewives clutch empty milk bottles to their hearts (Y cien solitarias amas de casa que aprietan las botellas de leche vacías contra sus pechos)
Hanging out their old love letters on the line to dry (Colgando sus viejas cartas de amor en los tendederos de la ropa)
It's enough to make you stop believing when tears come fast and furious (Es suficiente como para que dejes de creer cuando las lágrimas salen rápidas y furiosas)
In a town called malice - Yeah-ea-eah! (En una ciudad llamada Maldad. ¡Sí!)
Ba-Ba, Ba-Ba, Ba-da-Ba, Ba-Ba, Ba-Da--Ba! Whoah!
Ba-Ba, Ba-Ba, Ba-da-Ba, Ba-Ba, Ba-Da--Ba!
Struggle after struggle, year after year (Lucha tras lucha, año tras año)
The atmosphere's a fine blend of ice (El ambiente es una mezcla de hielo de primera calidad)
I'm almost stone cold dead in a town called malice (Prácticamente estoy muerto, frío como el hielo, en una ciudad llamada Maldad)
Oo-ooh! Yeah! (¡Oh, sí!)
A whole street’s belief in Sunday's roast beef (Una calle entera tiene fe en el roast beef del domingo)
Gets stashed against the Co-Op (Y maldicen a la cooperativa)
To either cut down on beer or the kids new gear (Lo mismo por hacer recortes sobre la cerveza como por los nuevos bártulos de los niños)
It's a big decision in a town called malice (Es una gran decisión en una ciudad llamada Maldad)
Oo-ooh! Yeah! (¡Oh, sí!)
The ghost of a steam train echoes down my track (El fantasma de un tren de vapor resuena tras mi pista)
It’s at the moment bound for nowhere just going round and round,Ohh (De momento, no hay límites en ninguna parte, sólo ir de aquí para allá, ¡Ooh!)
Playground kids and creaking swings, lost laughter in the breeze (Juegos de patio infantiles y chirridos de balancines, risas perdidas en la brisa)
I could go on for hours and I probably will but, (Podría seguir durante horas y horas, y probablemente lo haga pero)
I'd sooner put some joy back into this town called malice. (muy pronto traeré algo de alegría a esta ciudada llamada Maldad)
Yeah-ea-eah! (¡Siiiiii!)
Ba ba ba ba Bada BAA 
Bada badaba ba ooh
Ba ba ba ba Bada BAA
Bada badaba ba 

It’s a Town called malice - Yeah-ea-eah! (Es una ciudad llamada Maldad, ¡siiiii!)
Whoooh!
It’s a Town called malice – Whoooh-Yeah! (Es una ciudad llamada Maldad, ¡oh, siiiii!)

1 comentario:

  1. Menos mal que en Andalucía todavía se hace algo contra la actuación impune de estas entidades:
    http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/02/14/andalucia/1392370248_612734.html

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