martes, 5 de marzo de 2013

¿Por qué los bancos?

De una declaración actual (y, por tanto, fugaz) creo que se puede desprender una máxima que va a tener vigor durante unos cuantos años: el pasado 13 de febrero de 2013, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), el romano Mario Draghi, de visita al Congreso de los diputados, en Madrid (por si alguno todavía desconoce dónde está, que los hay), consideró que las entidades bancarias españolas (banquitos de toda la vida y antiguas cajitas de ahorro reconvertidas para poder succionar aún más lo poco que le queda al pobre cliente) están capitalizados "de forma adecuada", y que ya se encuentran "en condiciones de dar (conceder, otorgar, entregar, facilitar) crédito" (recogido de la curiosa web CRI online).

El Hambre. cogido de www.laproximaguerra.com.
No obstante, nuestro amigo el italiano, al intentar explicar la razón por la cual, por el momento, éstos siguen sin querer prestar mayores cantidades, señaló que puede deberse a que (los pobrecitos) tienen que hacer frente al riesgo de que los deudores puedan no devolverles el dinero. Es decir, que tienen miedo (pánico, horror) al riesgo. Dicho de otro modo: prefieren abandonar el origen y la razón de ser para una entidad bancaria, a fin de acabar acomodándose en una falsa seguridad estéril que de nada sirve a la sociedad de la que se alimentan con avidez. Ni, a la postre, tampoco a ellos.
Vamos a recapacitar un poco al respecto. Decir eso es ya de por sí tremendo; pero lo peor de todo es sospechar (temer) o, incluso, tener la certeza de que se trata de un axioma cierto (valga la redundancia). Me explico, el riesgo ha de ser la razón de ser de estas entidades nacidas de la usura (por cierto, un pecado -y de los muy gordos-, según la visión de las tres grandes religiones monoteístas de la Historia, ya que estaba prohibido enriquecerse a base de sacar beneficio al concepto de tiempo, que se consideraba un bien propio de Dios y no de los hombres) y de la urgente necesidad ajena. Sin riesgo, no hay movimiento de dinero y sin flujo monetario el Gran Molino Social (ése que acaba pulverizando cuerpos, almas, sueños, fantasías y hasta países enteros) se detiene y acaba por enmohecerse.
Representación de la Avaricia (que se puede contemplar en Valencia). Cogida de www.emulsiondigital.com
Un banco (o antigua caja reconvertida) no puede dejar de ser lo que es, puesto que su único sentido es amasar fortunas a partir del dinero que un tercero les entrega para que se lo guarden. Pero, realmente ¿a cambio de qué? ¿Qué beneficio hay en dejar el dinero en la caja de una de esas entidades en lugar de manenerlo bajo el colchón o dentro de un apestoso calcetín?
¿Los intereses, dicen? Que yo recuerde, la última vez que dejé 20 euros en una cuenta, me desaparecieron por completo en concepto de comisiones de mantenimiento y los muy desgraciados pretendían que les pagara todavía el resto hasta cubrir esa comisión. No hay intereses.
Insisto. ¿Cuál es el provecho real para el cliente de una de esas casas vampíricas? ¿Mantener un sistema económico cada vez más ajeno al ciudadano de a pie y, por tanto, de sus intereses más próximos, aunque puedan ser considerados legítimamente mezquinos? No le veo el sentido final. No encuentro la clave de esa simbiosis; a no ser que no haya tal y que la rentabilidad sea de una sola dirección: SU lucro. Única y exclusivamente.
Humanidad encadenada. Cogida de www.subirimagenes.com.
Imagínense que en un alarde de locura genial, la Humanidad reflexiona al respecto y decide por unanimidad retirar sus fondos. ¿Qué pasaría? El Imperio Mundial se desmoronaría como arena del Sahara.
Para evitarlo, los bancos dan el siguiente paso dentro de su lamentable conducta universal: Los préstamos. Te doy una cantidad tal que tú has de procurarme en un tiempo determinado multiplicada por varias veces su valor y, en caso contrario, me quedo con esa cantidad, los intereses, tus calzoncillos y el resto de tus bienes. ¿Te parece? ¡Qué gran riesgo el de estas amistosas entidades!
Algo muy, pero que muy, actual:
-Cómprate una casa.
-Es que vale 25 millones de pesetas (unos 150.000 euros actuales) y mi sueldo no da para eso.
-Da igual; te doy eso y dos millones más (12.000 euros) para que adquieras muebles y hagas reformas.
-¿Y tú qué sacas de todo esto?
-Todo -¡uy, perdón!-, quiero decir que tú me devuelves esos 27 millones (170.000 euros) durante los próximos 25 años pagándome cada año con una pequeña cantidad (que sumada hace mucho más de 27 millones, pero de eso, aunque lo sepas, ni te vas a dar cuenta, pero nuestras arcas, sí).
-¿Y si pasa algo y no puedo pagarte durante un tiempo?
-No pasa nada. Te embargo la vivienda, la deuda se mantiene y, si me apuras, todo lo que me has venido pagando anteriormente no sirve y se hace borrón y cuenta nueva. Pero es lo justo, porque yo asumo todo el gasto.
-Y yo todo el riesgo.
-Es la vida.
Y se cierra la operación. Entonces, ¿dónde está ese riesgo al que alude Mario Draghi cuando siempre se gana? En época de vacas gordas parecía haber desaparecido por completo y ahora, en el peor momento, el término riesgo lo impregna todo, lo paraliza todo, lo frena todo y es el mejor de los justificantes para seguir sin hacer nada.

Mano saliendo de la tumba, de Rodin (1914), cogida de elrincondemisdesvarios.blogspot.com.es
Si es verdad que los bancos están suficientemente capitalizados, es un Pecado seguir paralizando el dinero sin dar opción a que los negocios que continúan a flote a duras penas se mantengan, puedan surgir nuevas oportunidades de empleo (especialmente, autoempleo) y que el sistema social que hasta ahora venía funcionando perfectamente bien (a pesar de que realmente -y es verdad- haya parásitos que se aprovechen de él) siga adelante por el bien de todos.
Por esta razón, básicamente, los bancos no son de mi agrado. Por esta razón les culpo a ellos, principalmente, de que la agonía se prolongue en un país -el nuestro- al que todo se le vuelven pulgas, de flaco y débil que está.
Creo que este tema, "Todos sirven a Wall Street", de mi sobrino Ayax (todo un ídolo entre el mundillo underground granaíno), me viene de perlas para expresar el sentimiento mío hacia esas entidades (atención a los versos de Vicente Alexandre que declama el mozo al final: ¿Para quién escribo? de 1962, casi ná). Creo que más allá del Atlántico, en territorio maya, lo van a saber apreciar mejor que nadie. Un saludo para tierras mexicanas.

Y como toque Mod-ernista, "Smithers-Jones", de The Jam. Me encanta la forma tan hijapútica que tienen algunos de echar a la calle a sus empleados. Da asco (vean la letra, vean):



Here we go again, it's Monday at last, (Allá vamos de nuevo, es lunes al fin)
He's heading for the Waterloo line. (Se encamina hacia la línea de metro de Waterloo)
To catch the 8am fast, its usually dead on time, (para pillar el rápido de las ocho de la mañana, que por lo general no falla)
Hope it isn't late, got to be there by nine. (Espera y desea que no se retrase, porque tiene que estar allí a las nueve)
Pin stripe suit, clean shirt and tie, (traje de rayas finas, camisa clara y corbata)
Stops off at the corner shop, to buy The Times (hace una parada en el quiosco de la esquina para comprar el Times)
'Good Morning Smithers-Jones' ("Buenos días, Smithers-Jones")
'How's the wife and home?' ("¿Qué tal su mujer y su hogar?")
'Did you get the car you've been looking for?' (repeat) ("¿Qué, ya consiguió ese cochecito que estaba buscando?") (se repite)
Let me get inside, let me take control of you, (Déjame entrar, déjame que tome tu control)
We could have some good times, (podemos pasar buenos ratos juntos)
All this worry will get you down, (todas estas preocupaciones acabarán contigo)
I'll give you a new meaning to life - I don't think so. (te daré un nuevo sentido para vivir... No lo creo)
Sitting on the train, you're nearly there (Sentado en el tren, ya estás cerca de allí)
You're a part of the production line, (Eres una parte de la cadena de producción)
You're the same as him, you're like tin-sardines, (eres igualito que ellos, parecéis sardinas enlatadas)
Get out of the pack, before they peel you back. (sal del paquete, antes de que te pelen la espalda)
Arrive at the office, spot on time, (Llega a la oficina, justito a tiempo)
The clock on the wall hasn't yet struck nine. (El reloj de la pared todavía no ha marcado las nueve)
'Good Morning Smithers-Jones', ("Buenos días, Smithers-Jones")
'The boss wants to see you alone'. ("El jefe quiere verte a solas")
'I hope its the promotion you've been looking for' (repeat) ("Espero que sea el ascenso que estaba esperando") (Se repite)
'Come in Smithers old boy' ("Entra Smithers, viejo amigo")
'Take a seat, take the weight off your feet'. ("Siéntate y no te canses, hombre")
'I've some news to tell you' ("Tengo noticias que contarte")
'There's no longer a position for you' -'Sorry Smithers-Jones'. ("Ya no te podemos mantener en tu puesto, lo siento, Smithers-Jones")
Put on the kettle to make some tea (Ponte la tetera para hacerse un te)
It's all a part of feeling groovy (Todo forma parte de la sensación de bienestar)
Put on your slippers turn on the TV (Ponte las pantuflas y enciende la tele)
It's all a part of feeling groovy (Todo forma parte de la sensación de bienestar)
It's time to relax now you've worked your arse off (Es el momento de relajarse, ahora que has dejado el trabajo)
But the only one smilin' is the sun tanned boss (Pero aquí el único que sonríe es el bronceado jefe)
Work and work and work and work til you die (Trabaja y trabaja y trabaja y trabaja hasta que revientes)
Cause there's plenty more fish in the sea to fry. (Porque el mar está lleno de más pescados que freír).

Desalentador, ¿que no?

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