martes, 7 de febrero de 2012

Occidental... e idiota

Logotipo del famoso metro londinense.

La segunda de las enfermedades occidentales que pretendo tocar a través de los temas musicales es la VIOLENCIA RACISTA, que no deja de ser prácticamente una redundancia, porque el racismo viene siempre acompañado por situaciones violentas, aunque sean a un nivel muy sutil. Pero en el caso de la canción "Down in the tube station at midnigt" ("En el metro a medianoche"), del grupo The Jam, llega a un extremo de brutal paroxismo irreverente hacia el mismísimo concepto de Humanidad.
Tengo que aclarar que en ningún momento su autor, Paul Weller, deja explícito que el suceso que narra su oda sea un acto racista, pero sí entreteje algunos leves elementos que hacen deducir que eso pudiera ser así: Hay un hombre atacado que se lleva a casa un curry comprado en una tienda para cenar con su mujer. Y resulta que el curry, aunque generalmente guste a los europeos, suele ser una comida más ligada a indios, paquistaníes, tailandeses o naturales de Bangladesh o Sri Lanka, y es más lógico pensar que estos súbditos (que suponen una comunidad ampliamente extendida en Londres) son los que habitualmente adquieren este tipo de comida para consumirla en la calle o en sus hogares. Muy pocos blanquitos lo harían (y menos en la década de los 70 del siglo pasado). Por tanto, el atacado podría considerarse que no es un anglosajón de Kensington, precisamente.
El siguiente elemento que hace pensar en un ataque racista es que los agresores, que van puestos hasta las cejas, huelen, entre otras cuestiones, a "demasiados mítines de extrema derecha". El National Front inglés (el equivalente a la Fuerza Nueva española o al Frente Nacional galo) en la época de la canción (1978) era famoso por lanzarse a la caza del negro, indio, jamaicano y todo lo que no oliera a blanco, bajo el amparo (que no el apoyo) de un conservadurismo a ultranza en todo el Reino Unido que llevó a Margaret Thatcher al poder en las elecciones del año siguiente (por cierto, tengáis la mentalidad que tengáis, sería bueno que viérais "La Dama de Hierro"; una película que permite a los de izquierdas huir más si cabe de los errores de la derecha y a la derecha actual considerar erróneamente que los pasos que están dando Merkel y Sarkozy --apellido de origen húngaro, por cierto-- son los más idóneos para salir de la crisis, cuando nos están hundiendo más en ella). Y lanzarse a la caza suponía literalmente ir a buscar a un integrante de esas etnias para apalizarlo a gusto.
En el caso del poema urbano de Weller, el castigo que le dan al pobre hombre es de muerte y va más allá, porque los muy capullos se dirigen a la casa del apaleado donde está su mujer sola y esperándole.
Cuando leo la letra, sé perfectamente que al hombre no le dan sólo un puñetazo y una patada, como se especifica de forma literal en la canción. Todo da a entender que a medida que va reconociendo a sus agresores, va recibiendo más golpes hasta que lo dejan sin ningún tipo de sensación tumbado en el suelo y desangrándose. En cierto modo, me recuerda a la actitud de los Drugos en "La Naranja Mecánica".
La música es tan importante como la letra de la canción. Se mueve a un ritmo denso, con tensión creciente y donde el poderoso bajo de Bruce Foxton es el principal protagonista al marcar la pauta de cómo se desenvuelve todo el tema, perfectamente cubierto por la chispeante percusión de Rick Buckler, que en cierto momento imita el traqueteo de un convoy circulando indiferente ante una escena de muerte ciega a los ojos de los escasos viajeros que se mueven en día laboral por el metro a esas horas. Hay rabia contenida en los riffs de Weller, y los silencios de su guitarra permiten recrear imágenes mentales casi en blanco y negro de un hombre asustado que salpica de rojo con su flujo vital los anuncios de la pared. Un ambiente estrecho y asfixiante como el que se respiraba en el metro de la película "Un hombre lobo americano en Londres", el mismo escenario que el de la canción.
La voz del propio Weller funciona como el cuarto instrumento en discordia. Pausada al principio, sirve de introducción tranquila y casi cotidiana a un drama que está por venir y que, a medida que se va a proximando, provoca la aceleración de las frases, hasta que prácticamente se atropellan las palabras en el tramo final de la salvaje agresión iluminada de forma intermitente por el paso de un metro que apenas tiene tiempo de parar en ese andén.
La forma de hablar del agredido permite pensar en él como un hombre tranquilo ya entrado en años, afable, excesivamente buena persona (o infantil, según se mire), que está a punto de celebrar algo con su mujer (los británicos de aquella época no eran grandes consumidores de vino en sus hogares, salvo que fuera por una situación especial), y cuyo único pecado es mostrar un tono diferente de piel en el lugar equivocado (cuando cualquier lugar del mundo debería de ser considerado óptimo para ello), frente a un grupo de jóvenes que lo acosan como una jauría de caza para seguir luego su estúpida actividad en la casa del que está a punto de morir. Precisamente, su muerte crea un chirriante contraste con las imágenes de su mujer poniendo la mesa mientras le espera feliz en su luminoso hogar (casi se puede escuchar el tintineo de las copas y los cubiertos a medida que son mencionados, frente a los gritos animales de los agresores en las sombras del metro).

Portada del single de 1978.

Contraportada del single dedicada a Keith Moon, batería de The Who fallecido ese año.


Aquí tenéis la letra:



The distant echo (El eco distante)
Of faraway voices boarding faraway trains (de voces lejanas subiendo a trenes remotos)
To take them home to (que les lleve a casa junto)
The ones that they love and who love them forever (a los que quieren y que les aman para siempre)
The glazed, dirty steps - repeat my own and reflect my thoughts (los sucios escalones revestidos de vidrio - copian mi figura y reflejan mis pensamientos)
Cold and uninviting, partially naked (fríos y carentes de atractivo, parcialmente al descubierto)
Except for toffee wrapers and this morning's papers (excepto para los envoltorios de caramelo y los periódicos de esta mañana)
Mr Jones got run down (el Señor Jones se deprimió)
Headlines of death and sorrow - they tell of tomorrow (con los titulares de muerte y aflicción - hablaban del futuro)
Madmen on the rampage (locos que lo arrasan todo)
And I'm down in the tube station at midnight (y estoy en la estación del metro a medianoche)
I fumble for change - and pull out the Queen (busqué algo de cambio - y saqué a la Reina)*
Smiling, beguiling (sonriendo, seduciendo)
I put in the money and pull out a plum (metí el dinero y saqué un dulce*)
Behind me (detrás de mí)
Whispers in the shadows - gruff blazing voices (susurros en las sombras - con voces broncas y ardientes)
Hating, waiting (odiando, esperando)
"Hey boy" they shout - "have you got any money?" ("¡eh, tío!" gritaron - "¿tienes algo de dinero?")
And I said - "I've a little money and a take away curry, (y yo dije - "tengo un poco de dinero y un curry para llevar)
I'm on my way home to my wife (voy de camino a casa con mi mujer)
She'll be lining up the cutlery, (que estará colocando los cubiertos)
You know she's expecting me (ya sabes, me está esperando)
Polishing the glasses and pulling out the cork" (limpiando los vasos y descorchando la botella")
And I'm down in the tube station at midnight (y estoy en la estación del metro a medianoche)
I first felt a fist, and then a kick (primero sentí un puñetazo, y después una patada)
I could now smell their breath (ahora ya pude oler su aliento)
They smelt of pubs and Wormwood Scrubs (olían a pubs y a cuelgues de absenta)
And too many right wing meetings (y a demasiados mítines de extrema derecha)
My life swam around me (vi mi vida pasar)
It took a look and drowned me in it's own existence (se echó un vistazo a sí misma y me ahogó en su propia existencia)
The smell of brown leather (el olor a cuero oscuro)
It blended in with the weather (se mezcla con el de la intemperie)
It filled my eyes, ears, nose and mouth (colmando mis ojos, orejas, nariz y boca)
It blocked all my senses (bloqueando todos mis sentidos)
Couldn't see, hear, speak any longer (no pude ver, oír ni hablar por más tiempo)
And I'm down in the tube station at midnight (y estoy en la estación del metro a medianoche)
I said I was down in the tube station at midnight (he dicho que estoy en la estación del metro a medianoche)
The last thing that I saw (lo último que vi)
As I lay there on the floor (mientras yacía en el suelo)
Was "Jesus Saves" painted by an atheist nutter (fue un "Jesús salva" pintado por un ateo chiflado)
And a British Rail poster read "Have an Awayday - a cheap holiday - (y un cartel de la British Rail*** en el que se leía "márquese una salida - unas vacaciones baratas)
Do it today!" ("¡Hágalo hoy mismo!")
I glanced back on my life (eché un vistazo a mi vida pasada)
And thought about my wife (y pensé en mi esposa)
'cause they took the keys and she'll think it's me (porque se llevaron mis llaves y ella pensará que soy yo)
And I'm down in the tube station at midnight (y estoy en la estación del metro a medianoche)
The wine will be flat and the curry's gone cold (el vino se echará a perder y el curry se ha enfriado)
I'm down in the tube station at midnight (estoy en la estación del metro a medianoche)
Don't want to go down in a tube station at midnight (no quiero bajar a una estación de metro a medianoche)

*La cara descrita de la Reina Isabel de Inglaterra es la que aparece en los billetes de 5, 10 y 20 libras.
**Parece que era asiduo de las máquinas expendedoras de chocolatinas.
***Se refiere a los Ferrocarriles Británicos.

Y ahora, escuchadlo en todo su esplendor, hacedme ese favor:


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